Familia y la Mujer

Hoy no hay Familia porque los hombres y las mujeres viven a la intemperie; no tienen capacidad de fundar los espacios para crecer y desarrollar su dignidad. No tienen donde habitar. Es decir, no tienen hábitos de arraigo y perfección comunitaria y personal.

Solo se refugian en un espacio físico que les permite el desborde de lo biológico sentimental. No hay hábitos porque no hay donde habitar y, consiguientemente no hay nada que cultivar. Se quedan sin cultura. A lo sumo pueden llegar a ser “barbaros diplomados”.

Aquí aparece la misión familiar.

Compartir: